jueves, 6 de diciembre de 2012

¿Debe caer todo el peso de la ley sobre quienes no pueden pagar su hipoteca?

A pesar que hay mucha gente que está siendo desahuciada y hay un fuerte clamor social para evitar situaciones críticas que se están produciendo en cientos de miles de familias en España, es innegable que hay un cierto runrún de fondo de un número tampoco nada desdeñable de personas que exigen justamente lo contrario. Es decir, que quien haya firmado una hipoteca en unas condiciones determinadas, tanto contractuales, como legales, debe ceñirse a ellas, si es necesario, ante su insolvencia, con la ejecución de la garantía hipotecaria. Pero ¿es realmente esta última postura razonable?

En ocasiones incluso se llega a responsabilizar a los millones de personas que firmaron una hipoteca, de la condición económica actual. He aquí una visión, como no, como todas las opiniones, muy personal.

Para empezar por lo último. La política económica de España no puede ser responsabilidad de las decisiones personales de millones de ciudadanos. El estado tiene la obligación de dirigir la política económica del país. Un ciudadano individual no puede establecer los principios rectores de esta.  Y en todo caso si que tienen algo, bastante más, responsabilidad un banco o caja, debido a su dimensión económica.

Porque en ocasiones parece que se quiere transferir la responsabilidad de ser parado (si eres hipotecado), al mismo parado. La situación de sobrendeudamiento que lleva a las ejecuciones hipotecarias, en la inmensa mayoría de familias, es debida a la terrible situación en cuanto al empleo que hay en este país y no a otras cosas. Una prueba bien evidente, es que hasta que no se empezó a producir el aumento del desempleo, las ejecuciones hipotecarias distaban de ser masivas.

Hay una cosa clara. Si yo vendo un producto en el mercado, tanto si es un producto absurdo, como sino, si subo el precio, bajarán mis ventas. Y si bajo el precio subirán. Al margen de la responsabilidad individual en la compra, también hay una evidencia. Si yo bajo el precio del dinero, venderé más dinero. Y si lo subo venderé menos. Y si encima de rebajar el precio del dinero, rebajo las garantías para vender ese dinero, el crédito se disparará. Es "física" económica. Y los responsables de esa expansión del crédito son dos. El gobierno (que es el que debe controlar la política económica y evitar esa expansión del crédito que conduce, inevitablente, a un terrible apalancamiento de la economía) y la banca.

Es decir, finalmente en la balanza tenemos dos elementos afectados en la situación actual: la banca y el que firma el crédito. Cuando se produce una quiebra masiva del sistema, debido a el crecimiento de impagos, solo tenemos dos opciones:

1) Hacemos caer toda la responsabilidad sobre el que firma el crédito y el que lo concede.
2) O buscamos un punto intermedio en que, ni para que ni el que firma el crédito, ni para el que lo concede, asuman toda su responsabilidad.

Lo que no puede ser es que la banca asuma 0 responsabilidad y tengamos que ser todos los ciudadanos, incluso los hipotecados que no pueden pagar su crédito, los que asumen la responsabilidad de la banca, vía impuestos, y que el que firmó el crédito deba asumir la total responsabilidad. Eso es algo que no es justo. Si los bancos no asumen "lo que firmaron", que es que ellos se hacen cargo de los créditos fallidos, mucho menos se puede exigir que si asuman lo firmado la parte más débil de la ecuación. Es más, incluso me parece absurdo y casi antisocial que alguien lo defienda.
Defender que el único que debe cumplir a raja tabla sea la parte que no es ni responsable de la política económica, ni de que se hayan esfumado por tanto millones de puesto de trabajo creando su insolvencia e incapacidad para pagar lo comprometido, no tiene sentido. Y a más abundamiento, en un lado de la balanza tenemos a personas jurídicas que sufren, pero ya hemos visto que personas reales sufriendo dentro de la banca no hay. Pero en el otro lado de la balanza lo que hay es el sufrimiento de personas bien reales.